Las dos estudiaron biología en Ngaounderé, la capital de Adamawa, una región al norte del país centroafricano. Allí compartieron apuntes e inquietudes. Fueron forjando una voluntad común de dignificar los remedios naturales africanos.
Sabine Fanta y Daïrou Hadidjatou han recibido dos premios de la Unesco destinados a jóvenes científicas. Sus investigaciones buscan que la sabiduría ancestral de África entre también en el laboratorio
Comentarios