FEDERICO MARÍN BELLÓN, ABC, 31/08/2022. Actualizado 01/09/2022.
María José Yarur (Santiago de Chile, 1985) es una artista única, más conocida como Juga di Prima, la oveja 'blanquinegra' de una conocida familia de empresarios chilenos. Sus obras están inspiradas en el ajedrez, comunidad que la ha acogido con los brazos abiertos. En Madrid fue una de las estrellas del torneo de Candidatos, donde participó en la ceremonia de inauguración. También llevó a la sala Clamores su espectáculo 'Chess divas'. Los principales grandes maestros la conocen bien, ya que ha actuado en las principales competiciones del mundo de las 64 casillas.
«Lo disfruto muchísimo», asegura en un céntrico hotel de Madrid, a muy pocos metros del Palacio de Santoña, a muy pocos metros de donde se celebró el Candidatos. «Es un gran placer y honor cantar para los mejores jugadores del mundo, un sueño hecho realidad. Imagínate escribir canciones de ajedrez y poder ver sus caras, sus reacciones. En la Olimpíada de Batumi, en 2018, canté por primera vez 'Oh, Capablanca'. Después, estuve en el Campeonato Mundial en Londres, en el Norway Chess, en La Habana, en el Capablanca in Memoriam... Es emocionante».
—¿Hay algún precedente de artista tan volcado en el ajedrez?
—Tal vez Marcel Duchamp, aunque lo suyo no era la música. Está el musical 'Chess', que usa más el contexto de un campeonato para desarrollar una historia, pero no tiene tanto que ver con el ajedrez, tampoco las letras. Lo que yo hago es bien distinto. Intento que el contenido de las canciones, sobre todo las letras, exploren la parte psicológica y emocional que uno vive durante una partida de ajedrez o al analizar una hermosa partida clásica.
—También se ha inspirado en sus propias partidas.
—Para 'Oh Capablanca' me inspiré en una que yo jugué, terriblemente mal. Le pedía amparo a José Raúl Capablanca –campeón del mundo hace justo un siglo– para que me ayudara a sobreponerme de ese horror ajedrecístico.
—La gente puede pensar que este mundo es pequeño, que el repertorio se terminará enseguida.
—Pero tú sabes que no es así. El ajedrez es una fuente inagotable de inspiración, porque es un espejo de la vida y está lleno de simbología y de poesía. Es tremendo todo lo que a uno le pasa en una partida, es un espacio de autoconocimiento, de meditación. A veces, antes de jugar, me persigno de alguna forma, porque siento la necesidad de honrar el campo de batalla, algo parecido a lo que se hace en algunas artes marciales. Trato de que mi oponente no se dé cuenta para que no piense que estoy loca o llame al árbitro. Es como un ritual. Hoy en día todo tiene luces, colores, ritmo, velocidad, satisfacción inmediata. El ajedrez no es así. Tienes que invertir tu energía para ver, sentir, entender. Eso es hermoso.
Juga di Prima, en el vídeo 'Inmortal game'
Juga di Prima, en el vídeo 'Inmortal game'
—¿Por qué la ha recibido tan bien el mundo del ajedrez?
—Porque se nota que soy ajedrecista y he vivido y sufrido y disfrutado los placeres y penurias del ajedrez. Creo que eso se ve reflejado en las letras y en los argumentos y guiones de los vídeos musicales que hago. Escribo cuidadosamente y creo que ese amor y esa pasión se ven reflejadas en mi arte. Siento que eso se aprecia mucho porque, la verdad, creo que no ha habido ningún músico más del área popular que lo explore.
—¿Cómo llegó al ajedrez y cómo fue la familia en la que creció? A Madrid ha venido con su padre.
—Mi padre me inculcó la pasión por el ajedrez. También es un enamorado. Aprendí a jugar a los nueve años de forma no competitiva. Luego, toda la vida he jugado torneos clásicos. Me gustan mucho, aparte del ajedrez online, que suele ser más rápido. Y desde 2007 soy directora de la Fundación Chilena de Ajedrez.
—¿Cómo empezó a participar en labores directivas?
—Mi padre estaba muy involucrado en el ajedrez en Chile. Entendí que puede ser una herramienta transformadora de la sociedad, educacional y social. Y también me di cuenta del poco apoyo que tiene el ajedrez como deporte y las pocas posibilidades que tienen los jugadores para dedicarse profesionalmente, menos aún las mujeres. Toda la vida, las mujeres han sido ninguneadas en el área científica o no se les han dado la posibilidad de sentarse y entrenar diez horas al día sin que nadie las moleste. De las mujeres se espera mucho más en la parte social, su rol en la familia. ¿Por qué hay una brecha tan grande entre los hombres y las mujeres en el ajedrez? El Estado no apoya a los padres y a las familias ni a los jóvenes talentos. Los padres o los confesores dicen: tú serás campeona femenina, porque eso es más fácil que competir en la categoría absoluta. Se busca el premio más inmediato, no como hizo Laszlo Polgar con sus tres hijas, que quería que ellas fueran campeones mundiales absolutos. Por eso Judit Polgar llegó a ser número 8 del mundo. No tenía ese techo que se les pone a las mujeres.
—Justo eso decía Judit Polgar en una entrevista hace poco.
— Ella sabe de lo que habla. Es su vida.
Imagen - «Las canciones suelen estar dedicadas al amor, al desamor, a lo social, a la vida... Yo escribo canciones sobre ajedrez, porque es mi musa»
«Las canciones suelen estar dedicadas al amor, al desamor, a lo social, a la vida... Yo escribo canciones sobre ajedrez, porque es mi musa»
Juga di Prima
Artista
—¿Escribe sola las letras y la música? ¿Cómo es la faceta creativa?
—Mis canciones son en inglés y yo escribo sola la letra y la música. También soy productora, con distintos amigos, colegas y músicos en Chile. Y en los vídeos musicales escribo los guiones y creo junto con el director. Las historias son mías, es una producción integral. De ahí el concepto de artista conceptual, porque luego está la 'performance' escénica, la interpretación, los vestuarios.
En el show 'Chess divas', esas canciones no son mías, sino que son canciones clásicas, como los tangos, aunque adapté las letras al ajedrez. Algunas narran historias de Judit Polgar contra Kasparov, de Anand y Spassky. Las adapté junto con el gran maestro Rubén Felgaer. También adapto canciones rusas, con ayuda de Alexandra Kosteniuk, excampeona del mundo. Me fascina crear con ellos y que estos grandes campeones se pongan a relatar o a poetizar sus propios puntos de vista, que luego yo canto, ¡en ruso! También hice una colaboración con Vladimir Kramnik. Él escribió la letra sobre su duelo contra Kasparov. Anish Giri hizo otra canción, genial, porque él es muy sarcástico, inspirada en una victoria de Nakamura contra Carlsen. Con Anna Rudolf escribí 'Caruana oh na na', sobre una canción de Camila Cabello, para contar el Mundial de Caruana con Carlsen, en el que empataron las 12 partidas.
—¿Cómo es Juga en el tablero?
—Me gusta jugar torneos clásicos. Mi Elo FIDE clásico no es alto, pero juego mucho en Lichess y en Chess.com, donde tengo como 1.800 o 1.900 puntos. Juego más que nada partidas 'online', de 10+5, 15+10 o 5+5. Jugué un par de torneos presenciales de 3+2, pero estoy un poquito desentrenada. A mí me gusta pensar, tener tiempo para dedicarle a las jugadas.
Juga di Prima canta 'Open files'
Juga di Prima canta 'Open files'
—¿Se le ocurren canciones cuando está jugando?
—Sí y cuando entreno. De repente, estoy analizando alguna partida clásica de Alekhine, de Ivanchuk o de los torneos actuales y surge una frase o una metáfora y las tengo que anotar. Siempre estoy tomando notas.
—La música y el ajedrez siempre han estado muy relacionados.
—Es que los dos son un lenguaje abstracto.
—En el aspecto musical, hay influencias de todo tipo, del tango a Edith Piaf y muchas más.
—En 'Chess Divas', estoy en escena con el pianista Lakatos László, y de fondo suenan pistas grabadas en Budapest, donde vivo desde hace cuatro años. También hay imágenes muy potentes. El repertorio tiene influencias de Édith Piaf, Marlene Dietrich,Carmen Miranda, Yma Súmac, Josephine Baker, Amalia Rodríguez y un poquito Lola Flores, además de tangos, boleros y así.
Imagen - «Con el fenómeno de 'Gambito de dama' todos hablan de Beth Harmon, que no existe. Es un personaje de ficción muy bonito, pero las verdaderas pioneras del ajedrez femenino son mujeres fantásticas»
«Con el fenómeno de 'Gambito de dama' todos hablan de Beth Harmon, que no existe. Es un personaje de ficción muy bonito, pero las verdaderas pioneras del ajedrez femenino son mujeres fantásticas»
Juga di Prima
Artista
—¿Con alguna idea de hilo conductor? Canta mucho a las mujeres ajedrecistas.
—Es un espectáculo que celebra a las mujeres empoderadas, libres y pioneras de la canción y del ajedrez. En el escenario también hay uno o dos tableros en los que pongo posiciones de jugadoras como Nona Gaprindashvili, Vera Menchick, Liudmila Rudenko y Judit Polgar. Con este fenómeno de 'Gambito de dama' todos hablan de Beth Harmon, que no existe. Es un personaje de ficción muy bonito, pero las verdaderas pioneras del ajedrez femenino son mujeres fantásticas. ¿Quién está aprendiendo sus partidas? ¿Quién habla de sus vidas? Sonja Graf, Maia Chiburdanidze, Hou Yifan… son mujeres excepcionales. Al final, eso es lo que me mueve. En las culturas hacen falta ídolos, como Magnus Carlsen en Noruega, donde en los últimos cinco años todo el mundo está jugando ajedrez y lo pasan por la televisión. Lo que ocurrió en los últimos 20 años en la India con Vishy Anand, lo que ha pasado en China. Cuando hay deportistas de élite, hacen una transformación en todas las esferas de la sociedad. Cuando vemos a estas campeonas, eso puede favorecer que el ajedrez se sitúe en el lugar de la cultura que debería.
—¿Ha tenido alguna mala experiencia de discriminación?
— Nada que me parezca relevante mencionar en este momento.
—¿Cómo se ve en los próximos años? ¿Piensa seguir escribiendo sobre ajedrez?
—Ya tengo varios álbumes y llevo cantando en vivo desde 2007, cuando me gradué de composición. He presentado en vivo distintos shows y grabado álbumes con distintas bandas y estilos, experimentando mucho. Pero siento que estoy comenzando. Tengo muchas ganas de seguir escribiendo canciones, pero también de incursionar en otras artes, quizá en la pintura… Me interesan mucho también los espectáculos escénicos. Hay muchas ideas.
'Tactical', otro de los temas de Juga di Prima
'Tactical', otro de los temas de Juga di Prima
—Ha vivido en varios países. ¿Sigue buscando su sitio en el mundo o solo está leyendo todas las páginas que puede del libro?
— Creo que el mundo es mi sitio. Me gusta vivir en lugares distintos. Uno aprende mucho de sí mismo, de la cultura. Crece como artista y como persona. Al final, todos los lugares se vuelven una parte de ti. Soy chilena, claramente, pero Rapa Nui, la isla de Pascua, es una parte esencial en mi corazón. Los cuatro años que viví en Buenos Aires también. Ahora vivo en Budapest y esa ciudad me ha dado tanto... Quién sabe dónde me llevarán los vientos.
—'Oh Capablanca' fue un fenómeno. ¿Es la canción de la que se siente más orgullosa?
—Lo que me gusta de ella es que siento que toco una fibra muy especial en los ajedrecistas, porque se sienten identificados. Puede relatar muy bien esa tragedia que uno vive cuando se da cuenta de que no entiende nada del ajedrez, que es un imposible, tan infinito que es frustrante. El ajedrez es como una adrenalina, una pasión muy grande que te despierta. Todo tu ser, toda tu energía y toda tu inteligencia están involucrados.
—Con lo gratificante que es la música, ¿por qué seguir jugando a algo que puede ser tan frustrante?
—Es que el ajedrez es mi musa. Las canciones suelen estar dedicadas al amor, al desamor, a lo social, a la vida... Yo escribo canciones sobre ajedrez, porque es mi musa.
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