Las mujeres solo representan el 10,5% de los federados en España
Hay estudios que señalan que los estereotipos de género pueden afectar a las jugadoras
Hoy os dejamos la entrevista para el programa Objetivo Igualdad. RTVE a las ajedrecistas María Rodrigo, Cecilia Guilló y Amyalli Fraire, recordando que el año pasado pudimos disfrutar de María Rodrigo en nuestro centro. (Aquí tenéis en vídeo completo de su conferencia: https://www.youtube.com/watch?v=LjoAIEXpFqU)
"Solo hay una mujer entre los 100 mejores ajedrecistas del mundo. Hay diferentes teorías que intentan explicar por qué hay tan pocas mujeres liderando los podios mundiales. Sin embargo, las profesionales lo tienen claro: se trata de una simple cuestión de estadística. Ellas se acercan menos a este deporte y a la competición, algo que algunos estudios achacan a los estereotipos de género y la discriminación.
Plantar cara al machismo
Muchas competiciones internacionales se realizan en países con leyes machistas. Un gran número de jugadoras de gran prestigio se han negado a participar en ellos a pesar de era beneficioso para sus carreras. Sabrina Vega, campeona de España en 8 ocasiones, recibió el Premio Reina Sofía por este motivo. Cecilia reconoce que admira ese tipo de conductas: “Me parece que es lo que deberíamos hacer todas”.
Tanto Amyalli como María aseguran que ellas hubieran hecho lo mismo. Nos explican, que no están dispuestas a aceptar que se las trate de forma distinta a sus compañeros.
Sienten que es necesario que siga cambiando su situación en este deporte. Y para ello defienden que visibilizar el ajedrez femenino es fundamental. La principal receta para que cada vez más chicas se interesen por él y deje de pensarse que es un deporte solo para hombres."
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Desde los colegios e institutos habría que promover el deporte del ajedrez para que las chicas tengan más participación si cabe. Al igual que con las carreras tecnológicas, la mujer en ocasiones se siente en minoría y por tanto la tendencia es recurrir a otras alternativas que la hagan sentir más cómodas socialmente. Para ello, habría que trabajar por promover la igualdad en todos los ámbitos, intentando que tanto chicos como chicas interactúen con libertad y en las mismas condiciones.