El ajedrez es un juego que ha fascinado a generaciones a lo largo de los siglos, pero ¿alguna vez te has preguntado qué tiene que ver el ajedrez con la religión o la ciencia? En este artículo de Jot down Sports conocemos a Wilhelm Steinitz, el primer campeón del mundo de ajedrez reconocido oficialmente, y su relación con estas dos disciplinas.
Foto: Cordon Press
Steinitz, de origen judío, se convirtió al cristianismo y se interesó por la ciencia y el espiritismo. En un momento en el que se consideraba al ajedrez un juego divino, Steinitz defendía que era un juego científico y que su éxito se debía a su habilidad y no a la ayuda divina. Llegó a afirmar que Dios no existía y que el ajedrez era una prueba de ello, ya que si existiera, habría ganado siempre al ajedrez.
A pesar de las críticas y la controversia que sus declaraciones provocaron en su época, Steinitz se mantuvo firme en sus convicciones. Murió en la pobreza y el olvido, pero su legado en el ajedrez y su influencia en la filosofía de la ciencia siguen siendo relevantes hoy en día.
Steinitz es un ejemplo de cómo la pasión por un juego puede llevar a cuestionar las ideas establecidas y a abrir nuevos caminos en la búsqueda del conocimiento. En definitiva, su legado nos recuerda que, a veces, desafiar a las creencias más arraigadas puede llevarnos a descubrir nuevas formas de entender el mundo que nos rodea.
Si te interesa conocer más sobre la vida y obra de Wilhelm Steinitz, te invitamos a leer el artículo completo en el enlace que te proporcionamos.
Enlace a la noticia: https://sport.jotdown.es/2023/04/30/wilhelm-steinitz-jaque-mate-a-dios/
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